Francisco López Vidal

    Francisco  López Vidal

    Desde la infancia una de sus pasiones ha sido la poesía, y ha dedicado a ella, tanto a escribirla como a su lectura, gran parte de su tiempo. Nació en el Llano de Molina en 1962, tierra huertana por antonomasia, rodeado de huerta, de brazales, acequias y de sendas donde los sentidos se activan inevitablemente y las gentes se alían a la Madre Tierra.

    Es quizá de esa influencia huertana que también se ha prodigado en escritos de bandos y teatro huertano.

    Esta pasión por la poesía le llevó a licenciarse en Filología Hispánica en la Universidad de Murcia.

    La mayor parte de sus escritos han ido ocupando espacio en los cajones de su mesa de trabajo, viendo la luz raras veces. En 1984 recibe el Primer Premio de Poesía del Certamen de poesía y narrativa corta Pedro Jara Carrillo y en ese mismo certamen en el 1987 el Segundo Premio de narrativa corta.

    Estamos frente a su primer libro publicado Los quijeros del olvido. Su vocación y compromiso social le lleva a ser compañero de viaje de personas en situación de sufrimiento y exclusión con el propósito de dignificar sus vidas y luchar contra las causas que provocan estos sufrimientos. Es uno de los promotores de Traperos de Emaús en Murcia en el 1995, y Trapero desde entonces.

    Por el camino, sin abandonar nunca la poesía, es terapeuta gestáltico formado en la Escuela Madrileña de Terapia Gestalt, Agente de desarrollo de organizaciones y sistemas con enfoque Gestalt-sistémico por el Instituto Atractor de Barcelona y colaborador docente del Instituto Gestalt-Dos de Barcelona.

    Una de sus pasiones es acompañar a personas y organizaciones a gestionar sus sueños y sus atascos en el presente, con el propósito de tener una buena vida.

    Sus poemas están envueltos de experiencias de vida, emociones y compromiso, entendiendo la poesía como una herramienta de expresión artística que acerca a la libertad y al amor.